Las feromonas son los afrodisíacos químicos naturales por excelencia.
Se emiten junto a las secreciones externas, producidas por la piel y las mucosas
y son captadas por nuestro cerebro a través del olfato o el gusto, actuando
como una señal sexual. Son muy numerosas las especies animales que captan estos
mensajes químicos para encontrar su pareja. En este sentido, convendría revisar
los conceptos de higiene aceptados hoy en día, ya que quizás en aras de oler
bien hacemos un uso excesivo de sustancias desodorantes y nos estamos olvidando
de los efectos de estos elementos naturales que operan a modo de llamada sexual
hacia el sexo opuesto.
El olor a transpiración y el aroma de los genitales y otras partes del
cuerpo pueden actuar como el más poderoso de todos los afrodisíacos.
Algunas recomendaciones para segregar feromonas son:
• No eliminar el sudor fresco del cuerpo. En general el mal olor
aparece varias horas después de haber transpirado.
• No usar desodorantes. Si se suda mucho, se recomienda el uso de un
antitranspirante inodoro.
• Tener en cuenta que las relaciones sexuales frecuentes y la práctica
asidua del sexo oral incrementan la producción de feromonas.
• Existen compuestos comerciales de feromonas sintetizadas en
laboratorio que se pueden adquirir en sitios especializados. Se presentan en
sprays, pulverizadores o toallitas, totalmente inodoros de modo que se pueden
usar junto con su perfume habitual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario