Cuando el componente emocional es muy elevado, tocar, besar, lamer, chupar o morder cualquier parte del cuerpo puede traducirse en un estímulo sexual por demás potente. Esto se debe a que toda la piel puede ser una zona erótica si recibe el contacto de alguien que resulta sexualmente atractivo y deseable.
Pero lo cierto es que ciertas partes de la piel son en particular sexualmente sensibles. Estas áreas reciben el nombre de puntos gatillo orgásmicos y su sensibilidad se debe a la rica red de terminaciones nerviosas sensitivas que se encuentran en ellas.
En una situación sexual, los estímulos táctiles o bucales en esas zonas se convierten en estímulos eróticos de primer orden.
El descubrimiento y exploración de estos puntos de la pareja debe ser cariñoso y amoroso y no simplemente mecánico. Cada mujer y cada hombre deben tratar de descubrir todo lo posible sobre el cuerpo de su pareja ya que es único…ningún cuerpo se parece a otro y ambos deben aprender a excitarse de forma lenta pero segura, para descubrir poco a poco cuales son las partes del cuerpo que experimentan más placer y estímulo al ser acariciadas.
Así que a ponerse hacer turismo de calidad por nuestro cuerpo y el de tu compañer@.
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